miércoles, 20 de abril de 2016

Diversidad funcional, asignatura pendiente


¿Alumnos con diversidad funcional?

Desde el punto de vista de la ética y los derechos humanos, el tratamiento de la diversidad se debe abordar desde la igualdad y la equiparación de oportunidades mediante la inclusión en el aula.

La conceptualización de la discapacidad a cambiado a lo largo de la historia y se ha conformado a partir de  construcciones sociales, culturales y científicas.
A partir de finales de los 70 empiezan a darse movimientos sociales en Inglaterra y E.E.U.U. por parte de personas con discapacidades que reivindican sus derechos y reconocimiento como miembros integrantes de la sociedad. Estos movimientos, junto a las investigaciones sociales, han dado lugar al surgimiento de diversos modelos sociales. Estos movimientos denuncian que las dificultades provienen básicamente de barreras psicológicas y materiales las cuales generan exclusión, discriminación y prejuicios. Los reclamos por legislación específica sobre sus derechos representan la solución en estos modelos.
Estas soluciones contemplan mejorar la calidad de vida de estas personas mediante la defensa de sus derechos, su propia identidad y autodeterminación, en una sociedad inclusiva y solidaria. Para esto es necesaria la colaboración de profesionales, académicos e instituciones involucradas, profundizando la formación e investigación en este campo.

El termino diversidad funcional para referirse a la discapacidad  aparece a partir de la necesidad de erradicar las connotaciones negativas y, a veces, discriminatorias de las denominaciones anteriores.
Sin embargo, alumnos y alumnas con diversidad funcional que han sido entrevistados ponen de manifiesto la falta del tratamiento del tema en el aula. Sin la suficiente información y reflexión dentro del aula es muy difícil crear un ambiente verdaderamente inclusivo. La información brindada por expertos externos al ámbito escolar, es puntual e insuficiente. Esto manifiesta la necesidad de ampliar, profundizar y actualizar la formación docente en el área así como los recursos necesarios (materiales y humanos) para que la inclusión sea posible, tanto en la escuela como en la sociedad en su conjunto.


lunes, 18 de abril de 2016

ACEs



Para los alumnos que necesita una atención especial surgieron en diferentes Comunidades Autónomas de España las Aulas de Compensación Educativa (A.C.E. s). Están pensadas para estudiantes de educación secundaria obligatoria que, por diversas circunstancias, están desencantados y desmotivados con el proceso educativo, y que valoran muy negativamente el marco escolar, por lo que sufren graves dificultades para adaptarse a él.


Son jóvenes de 15 años con necesidades muy concretas porque además del desfase curricular acumulan otras carencias como falta de motivación, de ilusión y de apoyo. El objetivo primordial de las A.C.E.s devolver la autoestima al alumnado.

Es el equipo educativo de los institutos quien decide derivar a un alumno o alumna al A.C.E., aunque en algunos lugares la decisión la toman también las comisiones de absentismo de las Juntas Municipales. Y siempre se cuenta con las familias, que han de aceptar la derivación y apoyar las necesidades de cada joven.

 




Las A.C.E.s están adscritas a Institutos de Educación Secundaria, y en mayor o menor medida forman parte de una misma comunidad educativa. La persona responsable de cada A.C.E. pertenece al claustro y asiste a las sesiones en los institutos.

Pero se trabaja de una forma muy distinta, de manera muy personalizada y cercana, por lo que resulta una medida educativa muy cara. Además se realiza un Plan de trabajo con cada alumno y alumna, y en el caso del de Palomeras además se realizan asambleas conjuntas de profesorado y alumnado donde todos y todas se expresan, se escuchan y negocian.

También es muy importante el trabajo con las familias porque están acostumbradas a que siempre se les convoque para darles quejas de sus hijos, y contar con ellas para buscar su apoyo y complicidad consigue que confíen en el A.C.E.

El alumnado de las aulas de compensación educativa sigue el currículo de la educación secundaria obligatoria aunque adaptado a sus capacidades, intereses y necesidades, por lo que tiene un enfoque eminentemente práctico.