miércoles, 4 de mayo de 2016

Claves para una educación inclusiva


Ante los retos que presenta la educación en la actualidad (tanto en países pobres como en los países mas ricos) existe un creciente interés en todo el mundo por la idea o modelo de "educación inclusiva". Este término hace referencia a la reforma necesaria para acoger y apoyar la diversidad entre todos los alumnos y proporcionarles igualdad de oportunidades. 
El objetivo final de la educación inclusiva es contribuir a eliminar la exclusión social que resulta de las actitudes y las respuestas sociales  a la diversidad racial, la clase social, la religión, el género o las aptitudes entre otras. Por tanto, se parte de la visión de que la educación es un derecho humano básico y los cimientos para una sociedad más justa.
En la última década el concepto de educación inclusiva a pasado de ser una idea, un principio a ser un derecho el cual obligaría a las autoridades a crear las condiciones para su disfrute efectivo. Si no se procuran estas condiciones, estaríamos ante una situación de discriminación. 
Hay cuatro elementos clave para que esta inclusión se pueda dar:

  • La inclusión es un proceso. Es decir, la inclusión ha de ser vista como una búsqueda constante para encontrar mejores maneras de responder a la diversidad del alumnado. Se trata de aprender a vivir con la diferencia y a la vez de estudiar cómo podemos sacarle partido.
  • La inclusión busca la presencia, la participación y el éxito de todos los estudiante de todos los estudiantes. La presencia está relacionado con el lugar donde son educados los alumnos y el nivel de fiabilidad y puntualidad con el que asisten a clase. La participación se refiere a la calidad de las experiencias en la escuela y el termino exito tiene que ver coon el resultado de aprendizaje con relación al curriculo
  • La inclusión precisa la identificación y la eliminación de barrera. Las barreras son
    las que impiden el ejercicio efectivo de los derechos. Son las culturas, las políticas y las practicas educativas las que pueden configurarse como “barreras”
  • La inclusión debe poner particular énfasis en aquellos grupos de alumnos que podrían estar
    en riesgo de marginalización, exclusión, o fracaso escolar. Esto supone la
    responsabilidad moral de asegurarse de que aquellos grupos de mayor riesgo o en condiciones de mayor vulnerabilidad, sean supervisados con atención, y de que, siempre que sea necesario, se adopten medidas para asegurar su presencia, su participación y su éxito dentro del sistema educativo.